Barras portaequipaje: mi experiencia
Yo no creía que se pudiera viajar cómodamente, para nada… hasta que compré las barras portaequipaje. No tengo un coche especialmente grande, tampoco un maletero espacioso y, además, tengo una familia conformada por mí, mi esposa, nuestros tres hijos y un perro. Los viajes estaban empezando a ser una causa de estrés en lugar de un motivo de alegría.
Podéis imaginarlo: todos apretados en el interior del coche, montañas de equipaje que nos quitaban el espacio necesario para estar cómodo y largas e interminables horas de viaje con los más pequeños – justamente perturbados por la situación incómoda –que no hacían nada más que llorar y quejarse. Estaba desesperado. Pero en Internet he encontrado la solución para mi caso.
Las barras portaequipajes no son más que barras que se instalan en el techo del vehículo. Una vez que se colocan y se fijan – por lo general se trata de una tarea que no requiere más que unos pocos minutos – es posible colocar cualquier paquete, maletas y otros artículos que, normalmente, se encuentran en el interior del coche o en el maletero. Existen barras de techo portaequipaje en varios modelos más o menos costosos, adecuados para los modelos específicos o universales. Éstas se pueden comprar a través de Internet, o en tiendas de revendedores de su confianza.
En cuanto a mí, yo no recuerdo haber viajado tan… cómodo. Se trata de una despreocupación importante. Gracias a las barras portaequipaje se puede cargar en el techo del coche gran parte de las maletas, dejando el maletero y la zona de los pasajeros sustancialmente libre y vacía, lo que es mucho más agradable para todos.