El cannabidiol es más conocido por sus beneficios medicinales
El cannabidiol es más conocido por sus beneficios medicinales, pero las investigaciones también sugieren que puede actuar como un potente agente anticancerígeno.

El compuesto se ha destacado como un posible tratamiento contra el cáncer tras la publicación de ensayos preclínicos que demuestran que ataca eficazmente los cánceres de mama y de cerebro. Sin embargo, algunos científicos han advertido que no hay que apresurarse a celebrar el potencial del CBD como medicamento contra el cáncer basándose en estos resultados iniciales.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (España) han publicado recientemente nuevos datos que confirman que el CBD podría utilizarse para tratar los gliomas, un tipo de tumor llamado glioma que se origina en el cerebro o la médula espinal. Mediante el estudio de ratones con gliomas, descubrieron que el CBD se dirige con éxito a los tipos de tumor astrocitoma y glioblastoma.
Los investigadores utilizaron modelos de roedores agresivos, ya que los ratones transgénicos que desarrollan estos tumores no viven mucho tiempo. Esto significa que los tratamientos se aplicaron lo antes posible tras la detección de los tumores, por lo que una gran proporción de los roedores que recibieron CBD quedaron libres de tumores.
Sin embargo, es importante señalar que esta investigación se llevó a cabo en animales; aún no sabemos si estos resultados se duplicarían en los seres humanos, o incluso si serían lo suficientemente seguros como para realizar ensayos clínicos. Como es lógico, existe un gran interés por parte de los científicos y las empresas farmacéuticas, que quieren saber si los científicos pueden aprovechar el potencial anticancerígeno del CBD y cómo hacerlo.
El Dr. Marco Falasca, neurobiólogo que estudia el glioma en la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido), declaró a IFLScience que es “positivo” en cuanto al potencial del CBD para tratar el cáncer, basándose en el éxito de su propia investigación sobre las células madre del glioma. Afirmó que puede ser posible que el CBD se introduzca en los gliomas y tumores una vez que se han establecido, pero añadió que esto aún no está respaldado por ninguna prueba fuera de los casos individuales.
Otros expertos son más cautos a la hora de depositar demasiadas esperanzas en las investigaciones preclínicas sobre los efectos del CBD en líneas celulares de cáncer o en animales con tumores trasplantados. En declaraciones a IFLScience, el profesor Alan Melcher, del Instituto de Cáncer y Patología de Leeds, afirmó que “es totalmente posible que los cannabinoides tengan un papel útil en el tratamiento del cáncer, pero las pruebas, de momento, no son convincentes”.
El Dr. Jack Henningfield, profesor adjunto de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, que ha redactado numerosos informes para la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, también se mostró escéptico. Declaró a IFLScience que le parecía “prematuro afirmar” que el CBD podría utilizarse como medicamento contra el cáncer basándose en las pruebas preclínicas, ya que este tipo de estudios suelen realizarse con ratones con tumores artificiales o modificados genéticamente, y no con los desarrollados de forma natural.
En consonancia con estas preocupaciones sobre la importancia que debemos dar a los primeros estudios en animales, varios expertos han advertido sobre los consejos de salud pública que pueden exagerar el potencial del CBD. El Dr. Peter McCormick, científico de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) que codirigió la nueva investigación española sobre el CBD para el cáncer, declaró a IFLScience que “debemos tener cuidado de no crear expectativas poco realistas sobre este compuesto relativamente inexplorado”.
También quiso subrayar que cualquier promesa relacionada con la eficacia del cannabidiol españa en el tratamiento del cáncer debe “tratarse con precaución” hasta que haya pruebas clínicas de su seguridad y eficacia. No obstante, afirmó que su equipo “sigue investigando el potencial de los cannabinoides como parte de terapias combinadas para el tratamiento del cáncer”, y añadió que es de esperar que esto conduzca a más estudios clínicos.